En el centro de una región de Andalucía con un pasado rico e interesante se halla una población atemporal. Se trata de Guadix, en la provincia de Granada, que apenas tiene 18,700 habitantes. Este encantador lugar ofrece a aquellos que lo visitan una visión cautivadora de un estilo de vida que ha permanecido intacto desde hace siglos: sus numerosas casas subterráneas y excavadas en la roca, que constituyen un patrimonio arquitectónico singular y nos transportan a épocas pasadas de la historia española.
Guadix es uno de los asentamientos humanos más antiguos de la Península Ibérica. En efecto, existen pruebas arqueológicas que atetiguan que esta población ha existido desde hace siglos.
El municipio de Guadix, situado en el sureste de España, tiene una larga y fascinante historia que se remonta a la Edad de Bronce. A lo largo de los siglos, ha sido habitado por diferentes culturas, incluyendo íberos, romanos, visigodos y árabes, cada una dejando su huella en la ciudad y contribuyendo a su diverso paisaje cultural. Una de las características más distintivas de Guadix son sus casas cueva, talladas en la roca de toba suave. ¿Pero de dónde proviene esta tradición de viviendas subterráneas?
El origen de las casas cueva
Las casas cueva de Guadix están talladas en la suave roca de toba y se estima que hay unas 2.000 viviendas de este tipo en el Barrio de las Cuevas. A pesar de la modernización y el desarrollo de la ciudad, aún hay una fuerte comunidad de personas que viven en estas casas subterráneas, que ofrecen un ambiente cómodo y estable gracias a la temperatura constante de alrededor de 20 grados centígrados durante todo el año. Esto hace que sean una opción sostenible, especialmente en un momento en el que el aumento de las temperaturas está obligando a muchos hogares a utilizar sistemas de refrigeración masivos.
Las casas cueva comenzaron a ser habitables en 1452, justo después de la toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492. En esa época, muchos moriscos – musulmanes convertidos al cristianismo – huyeron de la ciudad y se refugiaron en pueblos como Guadix. Algunos de ellos no querían abandonar su tierra y encontraron en las montañas una forma de esconderse. Así comenzó la construcción de las primeras cuevas habitadas en Guadix. Desde entonces, se han convertido en una parte integral de la historia y la identidad de la ciudad, tanto que ahora es conocida como la «Capital Europea de las Cuevas».
Cuando los musulmanes invadieron la península ibérica, renombraron Guadix como «Wadi Ash». Después de la reconquista por parte de los Reyes Católicos, la ciudad se convirtió en una comunidad cristiana y la palabra árabe fue adaptada al español como »Guadix».
Modificaciones en la Edad Media
Luego de la reconquista de Granada, las casas cueva comenzaron a ser utilizadas como refugio por las minorías que no estaban integradas en la vida urbana de Guadix. Mientras que los cristianos colonizaban la región, la población musulmana restante comenzó a utilizar estas cuevas como un lugar para vivir fuera del nuevo orden social impuesto por los Reyes Católicos.
En la actualidad
Hoy en día, las casas cueva de Guadix no solo son residenciales. Muchas de ellas se han ampliado y adaptado para incluir diversas habitaciones, como cocinas, salas de estar, capillas, restaurantes e incluso talleres donde los artesanos mantienen vivas las tradiciones de la ciudad. Algunas cuevas han sido restauradas y convertidas en museos, como el Centro de Interpretación de las Cuevas, que ofrece una visión de la vida en una casa cueva y exhibe muebles y herramientas tradicionales.