Un enlace que anunciaba la grandeza del Tercer Reich
El 10 de abril de 1935, se presenció un evento que parecía sacado de un cuento de hadas. Con una magnífica exhibición de poder, más de 30.000 soldados acompañaron a la feliz pareja que se dirigía hacia la Cancillería del Tercer Reich en Berlín. Esta novia alta, rubia y fuerte era Emmy Sonnemann, mientras que el novio, con su gran tamaño y autoridad, superaba los 100 kilos de peso y respondía al nombre de Hermann Göring, creador de la Gestapo y hombre fuerte del Reich. Esta unión no era una simple boda, sino un enlace que anunciaba la grandeza del Tercer Reich.
Una boda cargada de símbolos
El cortejo trasladó a los recién casados desde la Catedral del Estado en una carroza tirada por caballos blancos, emulando así las tradiciones de la monarquía europea. Además, la ceremonia fue oficiada por el mismísimo líder del Reich, Adolf Hitler, quien fungió como testigo de honor en la unión de dos de sus más importantes colaboradores. La pareja se juró amor eterno ante cientos de invitados, incluyendo a otros líderes del partido Nazi. La ostentosa celebración fue una muestra más del poder y la influencia del Tercer Reich, ostentando su autoridad en cada detalle de la boda.
Una unión que amenazaba al futuro de Alemania
Mientras Emmy y Hermann celebraban su amor en medio de una Alemania en expansión, el resto de Europa observaba con preocupación. La unión de estos dos líderes nazis representaba una amenaza inminente para la estabilidad del continente, pues su poder e influencia ya se traducía en la opresión y persecución de opositores políticos y minorías étnicas. Esta boda ostentosa era un reflejo de la arrogancia y el autoritarismo del régimen nazi, y las terribles consecuencias de su gobierno aún estaban por venir.
Un final trágico para una boda de cuento de hadas
Aunque muchos lo veían como una celebración de poder y unión, la boda de Hermann y Emmy terminó con un final trágico. Poco después de la ceremonia, se descubrió que Hermann había tenido una aventura con una actriz, y Emmy solicitó el divorcio. Pese a sus esfuerzos por salvar su matrimonio, la reputación de Hermann quedó dañada y su carrera política también sufrió las consecuencias. Así, una boda que parecía una escena de cuento de hadas, terminó en desgracia y tragedia, al igual que el destino del Tercer Reich.
Ella no juzgada por su belleza
Hermann Göring y Emmy sin lugar a dudas era un matrimonio fuerte de poder en la época del Tercer Reich. Emmy era respetada y admirada como una de las figuras femeninas más significativas de Alemania. Al ser la esposa del hombre de confianza de Hitler, ella representó la imagen perfecta de la mujer nacionalsocialista con su fuerte lealtad hacia su marido y sus decisiones.
La triste vida sentimental de Hermann Göring
A pesar de ser conocido como un hombre fuerte y poderoso, Hermann Göring tenía un pasado sentimental con muchos altibajos. Tras la muerte de su primera esposa Carin en 1931, Göring expresó su dolor a través de Emmy. Él encontró consuelo en su presencia y rápidamente desarrolló sentimientos por ella.
Desde entonces, Emma se convierte en una de las mujeres más prominentes de la Alemania nazi. Gracias a su posición como la esposa de un hombre de confianza del Führer, Emma tenía la capacidad de ayudar a sus amigos industriales y empresarios a obtener grandes beneficios en sus negocios. Con su riqueza, los Göring se convirtieron en una de las parejas más poderosas de Europa y fueron famosos por sus deslumbrantes fiestas en la Alemania nazi.
Su rivalidad con Eva Braun
Entre las mujeres poderosas del movimiento, Emma no era muy querida. Sus acciones arrogantes y su desprecio hacia algunas de ellas causaron gran resquemor. Y su rivalidad con Eva Braun es muy conocida.
Eva Braun, la amante en la sombra del Führer
Aunque es conocida principalmente por su relación con Hitler, Eva Braun no se convirtió en la acompañante pública del Führer hasta 1944, cuando él decidió presentarla en la sociedad durante la boda de su ayudante personal Hermann Fegelein.
Antes de ese momento, ella había sido su amante. Aunque algunas fuentes afirman que se conocieron en 1929, cuando Eva tenía 17 años y Hitler 40, fue en 1932 cuando comenzaron a ser íntimos. Su relación permaneció en secreto, solo conocida por el círculo íntimo de Hitler. Hitler no quería que la opinión pública afectara su imagen y retratara su relación como un punto débil en su compromiso con Alemania.
El verdadero papel de Eva Braun
Los historiadores no se ponen de acuerdo en el papel de Eva Braun. Algunos la consideran simplemente como la amante en la sombra del Führer, sin ninguna influencia en su política. Pero otros, como la historiadora Heike Görtemaker, argumentan que Eva compartía y apoyaba plenamente la visión de Hitler. Algunos incluso creen que formaba parte de la propaganda nazi.
De hecho, la presentación de Eva en la sociedad marcó un momento crucial en su estatus como figura importante y relevante en la vida de Hitler. Durante los últimos años de la guerra, se volvió cada vez más participativa en la política, aunque su papel sigue siendo un tema de debate hasta el día de hoy.
Compañera de Hitler hasta el final
Cuando la guerra comenzó a dar la vuelta, Eva Braun se convirtió en un pilar en la vida de Hitler, quien la amaba profundamente a pesar de no haberse casado con ella. Se dice que ella intentó suicidarse más de una vez por falta de atención de su amante y los historiadores están divididos en su papel final en los últimos días del régimen nazi.
Durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, Eva Braun fue verdaderamente un personaje influyente y crucial en la vida de Hitler hasta el día de su muerte. A pesar de que Hitler solo la presentó públicamente en 1944, su conexión había sido fuerte y duradera desde su primer encuentro en 1929.
El rol de una esposa nacionalsocialista en el Reich de Hitler
Emma Göring fue una de las esposas más respetadas de la Alemania nazi. Con su matrimonio con Hermann Göring, hombre de confianza de Hitler, se convirtió en la “primera dama” perfecta del Tercer Reich. Sin embargo, detrás de su lealtad hacia su esposo y su figura pública, se escondía una historia más compleja.
La jerarquía nazi y la idealización de la mujer en la sociedad alemana
La sociedad alemana bajo el régimen nazi ambicionaba un rol específico para la mujer en el “Reich de los mil años”. Emma Göring personificaba esta idealización de la mujer nacionalsocialista, con su lealtad hacia su esposo y su papel de “esposa en la sombra” que apoya a los líderes políticos en sus decisiones.
El papel de “paño de lágrimas” de Emma Göring
En sus primeras citas, Hermann Göring encontró en Emma una compañera ideal para llorar la pérdida de su primera esposa, Carin. Incluso el banquete de su boda fue en honor a Carin, en su esplendorosa casa
Una pareja unida en la lealtad al nazismo
En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, el líder del partido nazi, Adolf Hitler, y su esposa Eva Braun, se refugiaron en el búnker mientras el ejército soviético avanzaba hacia Berlín. Conscientes de la derrota inevitable, decidieron casarse en una ceremonia sencilla el 28 de abril de 1945. Al día siguiente, se despidieron de sus acompañantes más cercanos y esperaron la llegada de las tropas enemigas.
Una mujer nazi fiel a su ideología
Magda Goebbels, esposa del ministro de propaganda Joseph Goebbels, es una figura que ha sido retratada como una mujer comprometida con el nazismo. Conoció a su esposo durante un evento del partido nazi en 1930 y se casaron en diciembre de 1931. Magda fue reconocida por su lealtad al régimen, su dedicación a la educación de sus hijos y su papel como anfitriona en las fiestas del Tercer Reich.
Junto a Joseph Goebbels, Magda se suicidó en el búnker el 1 de mayo de 1945, después de tomar una pastilla de veneno ella y sus seis hijos. La amenaza de una vida sin el Führer los llevó a tomar esa decisión y su muerte es una trágica prueba de su devoción al nazismo.
La esposa de Heinrich Himmler
E Mientras tanto, Heinrich Himmler y su esposa Margarete Boden se mantuvieron juntos a pesar de la distancia emocional entre ellos. Himmler, uno de los líderes nazis más poderosos, se enfocó en su trabajo y no tuvo una relación cercana con su esposa. Margarete tampoco fue una figura activa en las relaciones sociales del régimen nazi.
Mientras estaba casado con Margarete, Himmler empezó una relación extramatrimonial con su secretaria, Hedwig Potthast, con quien tuvo dos hijos. Aunque Margarete no estuvo presente en su vida pública, fue una influencia clave en el ascenso de Himmler en la jerarquía nazi y su implicación en los crímenes del régimen.
La mujer que impulsó a su esposo hacia el mal
Lina Heydrich, conocida como «La viuda del Tercer Reich», conoció a su esposo Reinhard Heydrich cuando ella tenía solo 19 años. Se afilió al partido nazi y convenció a Reinhard de unirse a las SS en 1931. Con su ayuda, Reinhard se convirtió en uno de los miembros más peligrosos del régimen nazi. Fue uno de los principales responsables de la Noche de los Cristales Rotos y uno de los arquitectos del Holocausto.
Sin embargo, Lina se mantuvo fiel a su esposo hasta el final. Después del asesinato de Reinhard en 1942, ella lo honró como un mártir del régimen nazi. Su historia es un recordatorio de cómo una mujer puede tener un impacto significativo en el destino de un país, incluso si ese destino es oscuro y devastador.
Las Viudas del Reich y su Vínculo con el Ideal Nazi
Las Mujeres Detrás de los Hombres Más Poderosos del Tercer Reich
La distancia física no fue un obstáculo para mantener fuertes vínculos amorosos y una constante lealtad al ideal nazi. Este fue el caso de Lina Matilde von Osten, esposa del poderoso líder de las SS, Reinhard Heydrich. La pareja tuvo cuatro hijos, uno de los cuales nació tras la trágica muerte de Heydrich en un ataque en 1942 en Praga por parte de comandos checos. Pero aun después de su muerte, Heydrich se convirtió en un mártir del nazismo, y su viuda, Lina, en un símbolo de las mujeres alemanas cuyos esposos morían en combate.
Lina, al igual que otras prominentes mujeres alemanas como Emmy Sonnemann, Eva Braun y Magda Ritschel, tuvieron la oportunidad de vivir una vida privilegiada y despreocupada en medio de una economía de guerra gracias al prestigio de sus maridos en el Tercer Reich. Mientras millones de alemanes sufrían para sobrevivir, Lina, apodada «la viuda del Reich», disfrutó de una pensión generosa y de un castillo proporcionado por Alemania.
El Impacto de los Hombres Poderosos en la vida de estas Mujeres
Es imposible saber cómo habrían sido Emmy Sonnemann, Eva Braun, Magda Ritschel o Lina Matilde von Osten si no hubieran tenido una relación con hombres poderosos como Göring, Hitler, Himmler y Heydrich. Pero, como afirmaba la filósofa alemana Hannah Arendt en su libro «Eichmann en Jerusalén», solo los seres excepcionales podían reaccionar normalmente en las circunstancias del Tercer Reich. Y ninguna de estas mujeres era considerada excepcional.
Lina Matilde von Osten: De la Fama a la Infamia
Después de la muerte de Heydrich, Lina volvió a casarse y en 1976 publicó sus memorias tituladas Viviendo junto a un criminal de guerra. A pesar de las comodidades que disfrutó durante su matrimonio con Heydrich, su reputación quedó afectada por ser la esposa de uno de los hombres más importantes del régimen nazi. De una vida de fama, pasó a vivir una vida de infamia.
En resumen, la fortaleza del vínculo entre estas mujeres y el régimen nazi fue impulsada por varios factores, incluyendo el amor y el seguimiento del ideal nazi. Aunque sus historias individuales pudieron haber sido diferentes si no hubieran conocido a estos hombres poderosos, su papel en la historia del Tercer Reich siempre quedará cuestionado por el juicio histórico sobre el régimen nazi en su conjunto.
Referencias: Los maridos de Lina Matilde von Osten, Reinhard Heydrich(2018)