A continuación presentamos los eventos más trascendentales que marcaron el año 270 DC:
El reinado de Aureliano:
En el año 270 DC, el emperador romano Marco Aurelio Claudio Aureliano, más conocido como Aureliano, alcanzó el trono imperial tras una serie de conflictos internos en el Imperio Romano. Durante su reinado, Aureliano logró consolidar el poder imperial, reafirmar el control sobre las provincias y enfrentar las invasiones bárbaras, lo que le valió el reconocimiento como uno de los emperadores más destacados de la época.
Consolidación del Imperio Romano:
Aureliano llevó a cabo diversas reformas administrativas y militares que contribuyeron a la estabilización del imperio. Entre sus logros más significativos se encuentra la reconquista de territorios perdidos, la reforma del sistema monetario y la construcción de nuevas fortificaciones para proteger las fronteras del imperio.
La Batalla de Naissus:
En 270 DC, Aureliano dirigió sus fuerzas en la Batalla de Naissus, donde logró una importante victoria sobre los invasores góticos. Esta batalla fue decisiva para detener el avance de las tribus bárbaras y asegurar la integridad del Imperio Romano.
El Templo de Palmyra:
Aureliano también es recordado por su papel en la reconstrucción del Templo de Bel en la ciudad de Palmyra, tras su destrucción a manos de los invasores. Esta acción fue vista como un gesto de tolerancia religiosa y contribuyó a su prestigio como gobernante.
La fundación de Augusta Treverorum:
En el año 270 DC, Aureliano fundó la ciudad de Augusta Treverorum, actualmente conocida como Trier en Alemania. Esta ciudad se convirtió en una de las más importantes del imperio y fue un centro de poder político y administrativo.
En resumen, el año 270 DC estuvo marcado por el reinado de Aureliano, quien logró restablecer la estabilidad en el Imperio Romano y enfrentar los desafíos internos y externos. Su legado perduró en la historia como uno de los emperadores más destacados de la Antigüedad.